Seguramente hayas oído hablar en más de una ocasión de la importancia del storytelling. Pero, ¿sabes realmente en qué consiste?
El storytelling es el arte de contar historias. Esta técnica ha sido utilizada históricamente en el Marketing tradicional, si bien fue la llegada de Internet lo que permitió que, aplicada al marketing y a la publicidad, permitiera a las marcas lograr campañas de gran éxito.
El storytelling consiste en conectar emocionalmente con los usuarios a través del mensaje que transmitimos ¿Y qué mejor que a través de una buena historia?
Existen diferentes tipos de storytelling: de ficción (cuando la historia que contamos no está basada en hechos reales, sino que no que recurrimos a personajes o situaciones inventados); de situación real de consumo (en este caso, las marcas buscan que nos sintamos reflejados en las situaciones que viven los protagonistas de la historia mientras consumen el producto o servicio en cuestión), histórico…
Entre los beneficios que tiene el storytelling, su efectividad si conseguimos contar una buena historia, no es percibido por los usuarios como publicidad invasiva, nos permite sacar nuestro lado más creativo y, además, es uno de los mejores formatos en esta nueva era digital, ya que se adapta muy bien con el target.
¿Un buen ejemplo de storytelling? Casa Tarradellas consigue cautivar a sus clientes a través de spots en los que la pizza sirve para acercar a los miembros de una familia, ensalzando el valor de la misma, y reunirlos en una mesa. El objetivo de la marca es alejar así el concepto de comer pizza de la “comida rápida” o producto solo para jóvenes.
Otro ejemplo de marca ha destacado como experta en el storytelling es Balay. La marca zaragozana de electrodomésticos ha incluido esta técnica durante los últimos años en sus spots, haciendo de sus trabajadores los protagonistas de sus historias.
Y ahora, si te preguntarás, ¿Cómo puedo yo aplicar esta técnica a mi negocio? A continuación te damos algunos consejos para que tu estrategia de storytelling resulte efectiva, y cumplas así tus objetivos de marketing:
- ¿Qué quiero transmitir?: es clave que, antes de ponerte manos a la obra, tengas claro cuál es tu objetivo, que definas tu eje. Este es el primer paso para crear una buena historia.
- ¿A quién quiero llegar con mi historia?: para ello es necesario conocer a tu audiencia o público objetivo. Saber qué le preocupa, cuáles son sus necesidades e intereses.
- Apela a la emoción: podemos conseguir el engagement con nuestra audiencia a través del humor, del miedo, del amor… puede que tu historia sea una mezcla de sentimientos. Lo importante es que consiga emocionar a tu audiencia, llegar al corazón y conectar con su cerebro. Eso sí, siempre de forma que la percepción y asociación de tu marca con esa historia sea positiva y se corresponda con los valores que quieres transmitir.
- Apuesta por la verdad: Identifica los valores o aspectos positivos que tiene tu marca y poténcialos. No intentes “vender” algo que no es.
¿Te hemos convencido?